Si conoces el final del libro, no vuelvas a la misma página, escribe un nuevo final.

 Sigue el mapa de las letras, de la A a la Z y de la Z a la A. Nunca en el mismo orden, pues a veces poder espiar lo que va a pasar, nos quita las ganas de seguir leyendo.


Nunca dejes que la historia se termine, porque, si los dos quieren, el libro puede tener infinidades de páginas, capítulos, buenos y malos, que al final, quedan como prueba irrefutable de que se empezó, se vivió, se intentó, y se acabó, pero todos sacamos siempre una moraleja de cada capítulo que termina...


Mientras haya una razón por la que seguir leyendo, escribiendo páginas, disfrutando con ello, no hay que dejar de hacerlo, al contrario, debemos siempre hacer lo que nos hace felices a nosotros, y no intentar hacer felices a los demás, perjudicando o influyendo en nuestro capítulo.


Que un érase una vez, lo sean muchas, y que un felices para siempre, lo sea por toda la eternidad.


MikelG

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