SI PERDEMOS NUESTRA ESENCIA, NOS PERDEMOS Y SI NOS PERDEMOS NADIE NOS ENCONTRARÁ MÁS QUE EN LA ESTELA DE NUESTRO PASO POR EL TIEMPO…
En el principio y en el final, todos dejamos huella, en algo
y en alguien, cada vez que tocamos, sentimos, agarramos, dejamos algo o
alguien, hemos dejado nuestra marca, sombra, huella dactilar… por eso, hay que
hacer lo que nos guste, lo que nos apasione, que nos lleve de cero a cien en
segundos, que nos haga sentir completos, como ese café de las mañanas para
algunos, o esa pluma y tinta, para otros…
Somos una mota milésima en el espacio, cada uno de nosotros
dejamos tal rastro bueno o malo, que nos define cómo somos y lo que sentimos,
lo que nos nace en cada momento, nos hace únicos y nos lleva a atarnos, desatarnos,
portarnos bien, portarnos no tan bien, seguir nuestros instintos, o pararnos a
pensar en cada paso que damos para no caernos en el vacío de las decisiones que
se nos quedaron en el tintero.
El reloj de arena sigue corriendo, cada granito cuenta, hay que aprovechar mientras queden cosas por vivir, descubrir, hacer, hasta que un día te despiertes y digas…”Please please stay, just a little bit longer..”, y ya no queden granos de arena en el reloj, que lo analógico se ha vuelto digital, que las crisálidas se abrieron y ya sólo quedan mariposas, que al fin y al cabo, demuestra lo que dije al principio, todos dejamos huella, buena o mala, pero el final es igual, volaremos en círculos, con alas más grandes o más pequeñas, cuerpos más anchos, estrechos, formas de pensar diferentes, pese a todo, TODOS SOMOS MARIPOSAS.
MikelG
Comentarios
Publicar un comentario