Emergió de sus cenizas, y el polvo que se elevó fue tan fuerte, que se impregnó de su esencia

A veces nos sentimos sólos, y otras, con tantas ganas de estar con alguien, que atravesaríamos cielo y tierra para estar con quien queremos en ese momento. 

La diferencia entre estar sólo, y sentirse sòlo, es que no hay ninguna, las dos las puedes cambiar si luchas por esa ùnica persona que sabe perfectamente cómo eres al 100%, te dice lo que necesitas para motivarte, hace ver que estás en lo correcto, que te has equivocado, te da toques con esa varita mágica llamada “realidad”.

Pero qué hacemos con esa inquietud de soledad? Buscamos el apego, atención, de otras personas, pensando que el vacío que sentimos en nuestro interior se llenará, y dejarán de clavársenos esos alfileritos que duelen hasta hacernos traquetear los dientes de dolor..

Pero estamos muy equivocados, nos llena en parte, pero el vaso siempre va a estar medio lleno, a pesar de que otras personas consigan llenarlo más que otras, siempre tendremos esa pequeña gota, que nos hará saltar del reflejo de la realidad, a la verdad de nuestra subconsciencia.

Pues así es, el subconsciente nos hace revivir, pensar, reflexionar, e incluso dudar, de si cuando despertemos de ese mundo irreal pero real, aun estemos en la fantasía de nuestros sueños, o en la cruda y triste realidad…

Pero vamos, suelta esa losa que tienes a los hombros, por que si no cómo volarás hasta tus metas? Da un paso y salta al precipicio, porque, la vida es sólo una, y sólos empezamos, y solos acabaremos, pero habremos disfrutado sabiendo que fuimos libres, sin importar las consecuencias de lo vivido.

MikelG




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