Mente y Pluma

  Desde pequeños nos imaginamos muchas cosas, desde ser un superhéroe o súper heroína hasta que somos un avión y podemos volar por toda la casa simplemente extendiendo los brazos. La imaginación es tan poderosa en nuestra mente que causa en nosotros una sensación de plenitud, al crearnos esa idea en la mente que satisface nuestros deseos. También sirve como mecanismo de defensa cuando nos ha pasado algo malo, o queremos que no se nos note que estamos mal. Me explico, tu madre te ha echado la bronca porque has sacado malas notas, te encierra en tu habitación y no sales en un mes, es una mala experiencia, pero ese mecanismo nos hace evadirnos de esa mala situación y nos transporta a otro mundo del que sólo nosotros y nosotras somos dueños y dueñas. Finalmente, cuando nos ha pasado algo malo y queremos que ese malestar no nos delate con que nos miren a la cara, lo cual se refleja en la mía, por ejemplo, cuando me siento mal, seguro que a muchos y muchas os ha pasado. Nos repetimos, no...

  Nunca fuerces la tuerca que no da más, porque una vez se pasa de rosca, la rueda no para de girar y girar hasta que cae al suelo, resonando en lo más profundo de nuestro interior. Se va apagando, como la llama del amor ante una lluvia de desencanto, como las lágrimas de aquella persona que acaba dolida y entristecida, pero que a pesar de todo, levanta el vuelo como ave fénix que resurge de sus cenizas, y vuela con el calor de su valentía, hacia ese manto de nubes donde se siente, libre, deseada, y admirada, donde le colocan pétalos de rosa por donde pisa, y la inundan de besos por donde para. Ella, feliz, él, feliz. Una pareja sin igual pero parecida, puesto que los dos lucharon por estar bien, los dos, fueron uno, y nunca se separaron, hasta tener que ayudarse, uno junto al otro, tocándose la cara y sonriendo, como aquél día en el que se unieron, hasta que el reloj de la vid a les permitió, disfrutarse y descansar, juntos, para toda l a eternidad. Vive, conoce, ama, llora, cae, ...

  Caminando por el borde de la playa, en esa cala vacía entre la soledad y el compromiso, la estabilidad y las formas de llegar a montar en esa barca de sueños, que nos permite llegar al destino que deseamos en nuestros pensamientos. Etéreo, puro, como el buen vino que se desliza por la garganta, aquella gotita que cae por tu labio, y termina en el cuello, caliente por el calor del rayo de sol que rebota en tu hermoso rostro, y se disipa en tu cuerpo… Sonríes, me miras con esos ojos de deseo, me tomas de la mano, nos vamos a esa barca, uno con la soledad de su corazón, el otro con el compromiso de pasar un día junto a ese ser que un día…llamará amor. Una relación es cosa de 2, el compromiso a la soledad es a eso que no se renuncia jamás, ni por nada ni por nadie, pero siempre, se le tiende la mano a esa reina que un día se convertirá en nuestro todo, y que pasará de estar en unas letras de pensamientos, a la inmensidad de nuestro corazón. Cuidaros los dos mútuamente, y amaros todos...

En algún momento nos "morimos" por ese amor que no podemos alcanzar, dándonos cuenta, con el tiempo, que la "muerte" de ese amor no es sólo mas que la ilusión que creamos en nuestra mente respecto a la persona que estamos conociendo en el momento, la criptonita del corazón, el guardián de los sentimientos de nuestro cuerpo. La forma de superar esa "muerte" por amor, es el enamoramiento verdadero, esas mariposillas que sentimos, el cosquilleo hormonal que nos produce mirar a los ojos a esa persona por unos segundos, escribirle un mensaje, hacer una llamada, decirle que le extrañamos... La criptonita que mencionaba antes, no se destruye, acaso superman consigue destruirla, o no? Siempre aparece una y otra vez. Pues bien, por más que digamos, no quiero conocer a nadie más, quiero estar sólo, voy a estar sólo por un tiempo...es imposible y te digo por qué... Porque en el universo en el que vivimos, el tiempo es lo inevitable, como lo son el amor, y la muerte, ...

  La introversión es a veces un tema que causa controversia, el vacío en el que mucha gente intenta llenar con palabras, personas, e incluso situaciones creadas por ellos o ellas mismas, llevando ese acontecimiento al plano de la confusión, del mundo irreal cuya percepción dista muy lejos de ser vista por la mente que lo manipula. La extroversión en cambio, es la otra cara de la luna, en la que todos van con todos, sin preocupar el ayer, hoy, y mañana, ni mirar a quién tienen al lado o quien les siga el juego.  ¿Con esto qué quiero decir? Quiero decir que hay diferentes tipos de personas, ninguna mejor o peor que otra, sino únicos y únicas cada uno a su manera. Y hay que respetar lo que uno es, siempre teniendo en mente lo que se quiera para uno y dejando de juzgar a los demás, meterte en donde no te llaman, y aun menos, causar dolor de otras personas. MikelG

  La tempestad del dolor se pasa teniendo una barca de sentimientos positivos, que al navegar a toda vela, nos hace pasar por nubes de dudas, lluvias de pensamientos, y tormentas de decisiones. Las malas, nos hacen aprender de ellas, llevando a ese planeta de preocupaciones que llamamos cerebro a implosionar y hacernos preocuparnos de la manera más complicada, algo que el corazón siente y descubre, desde el primer latido que nos da la vida, hasta el último que nos lleva hasta la siguiente galaxia. Las buenas te golpean, como una suave brisa, como el sol cuando se pone después de una tarde de paseo, palabras bonitas y buena compañía. Es bueno que tengas un paraguas de fortaleza frente al buen tiempo, porque como se viene sabiendo, que esté todo en calma no quiere decir que vaya a estarlo siempre. Por eso, hay que rodearse de buenas vibras, decisiones, pensamientos, compañías, y lo demás llegará sólo. MikelG.

Estás conociendo a alguien, siempre hay cosas que te llenan de esa persona, y cosas que te dejan tal y como estás en ese momento. Ya sea porque no nos complementa, o porque te habías hecho  una idea de dicha persona que termina cayendo en saco roto. ¿Sales con esa persona día no y día tampoco, hablando con ella, con el no sientes que esté llenándote en cuanto a cosas positivas…te ha sumado algo a ti, hoy? Si no te ha sumado nada, esa persona no entra en la ecuación. ¿Qué pasa cuando algo no entra en una ecuación? Se vuelve una incógnita, todos sabemos que en la vida hay unas que nunca se resuelven, pero tenemos que operar, ver que nos suma, que nos resta, que nos multiplica, y qué nos divide… En definitiva, la forma en las que llevamos nuestras decisiones, o operaciones de vida, como queramos llamarlo, nos hace ver qué es lo que queremos para nosotros, y si no te aporta más que divisiones de tu esencia, de tu alma, pues siguiente incógnita, y a despejar. No se si te has dado cuenta...

Cenando en una noche lluviosa, vestidos de punta en blanco y calados, de la cabeza a los pies. Agotados, pero felices. Debilitados, pero no derrotados.  Sin una gota de aliento ni fuerzas para mover un músculo…la cuenta por favor…dijimos al camarero.  Anticipándose dijo ella, que no nos preocupáramos como habíamos hecho mucho gasto, nos saldría gratis. Los dos nos miramos y entonces sentimos que loa pensamientos se entrecruzaban, se escuchó un “clic” que sólo nosotros sabíamos lo que significaba…esa conexión de nuestro interior que a primera vista, nos unió cada vez más y más aquella noche. Unos años después, escribiendo éstas palabras, intentando encontrar la melodía de la historia de nuestras vidas, elevando un semitono la dificultad por cada año que pasa, provocando que las cuerdas de la constancia, esfuerzo, disciplina, fortaleza, constancia y superación estuvieran cada vez más duras, lo cual indicaba que no todo es lo que parece en ésta vida, y que nosotros somos los que ...

Se levantó con su cerveza fría, estrella la llamaban, tantas como hay en el espacio, y tan lejana como el punto más lejano del universo.  Sonrió, caminó hacia la ventana y dijo…amor, dónde te ves en unos días? A lo que respondió…contigo de la mano, mientras te sostengo la copita de vino que dejaste caer la noche antes, de guarecerte entre mis brazos, marcándote un beso en la frente y susurrándote al oido…aquí, los dos, ahora ❤️ Nos fundimos uno con el otro y vuelta a empezar, así quiero sentirte, para toda nuestra eternidad. MikelG.

Alguna vez os habréis preguntado ¿qué hacemos cuando soñamos? Acaso nos vamos a otro plano astral a disfrutar de esa vida que un dia fuimos, y simplemente, no lo sabemos?     El sueño es producto de todas las vivencias de nuestra mente, los pensamientos que pasan cada microsegundo por nuestro cerebro y hace que salten chispas en cada una de nuestras terminaciones nerviosas. ¿A dónde quiero llegar con ésto? Todo sueño es la interpretación abstracta de nuestro subconsciente, cuando cerramos los ojos, y cada sueño tiene un significado. Buscadlo en google, si sueñas que te caes, significa una cosa, si sueñas que vuelas, otra.     El sentimiento del amor es como los sueños, abstracto, chispas que surgen en nuestras terminaciones nerviosas, cuando pensamos en alguien, hablamos de alguien, escuchamos alguna anécdota de ese alguien....pues bien, esos cosquilleos que terminan en un, puedo llamarte ahora, que tengo ganas de verte mi amor? Son las palabras que le hacen erizar a...

  Os habéis preguntado qué es estar en paz con uno mismo? Para mí, es disfrutar de ese café por las mañanas, el sonido de la cafetera al encenderse y ese líquido de oro puro recién hecho...mmm..podcast de psicología y Coldplay melódico sonando de fondo. Respiro y pienso, qué paz, vamos a comenzar el día con una sonrisa, que llegue todo lo que tenga que llegar! Voy a poder con todo!      A veces, empezar el día con pensamientos positivos es lo que nos destaca de los demás, qué poco cuesta levantarse con buen pie, aunque no tengas ganas! Ahora me dirás que no has querido quedarte en la cama muchas veces...jaja, el que diga lo contrario, miente como bellaco o bellaca! Pues bien, para los que no os despertáis tan bien a veces, pensad que la manera de afrontar el principio del día, es como nos va a ir el resto de la jornada. Poneros metas diarias, comenzar con algo relajante, una ducha, pero no muy relajante que quién no se ha dormido en la ducha alguna mañana! Y de...

    Cualquier cambio en nuestras vidas, nos permite una evolución personal, nos afecta a nuestra independencia, a nuestra rutina diaria, a las personas que nos rodean...pues bien, el tema es que hay personas que esos cambios, les afectan de una manera, y a otras de otra. Pero, pensemos un momento, el miedo del gran paso que supone entrar en una relación de pareja, es necesario?  Hay formas de minimizar el impacto de esa sensación de inseguridad, falta de control, cambio de fase, evolución, o como quieras llamarlo. Siempre hay miedo a ver qué puede pasar cuando hacemos un cambio como éste en nuestras vidas, perderé mis alas, o crecerán junto a alguien que las haga brillar aún más? Me pasará lo mismo que en otras ocasiones, entraré en bucle y no conseguiré avanzar hasta el final del tablero? En mi opinión hay personas que están preparadas para ello, y otras, en cambio, no lo están, y puede deberse a que ese miedo que mencionaba al principio lo achaquemos a experiencias pasa...

  Todos alguna vez nos hemos sentido estresados, preocupados por algo, uy voy tarde al trabajo, no hice los deberes, me he olvidado de darle de comer al gato...pues bien, todas estas acciones, no son más que situaciones que nos hacen darnos cuenta que debemos aflojar el pistón, bajar la marcha, relajarnos, respirar hondo y analizar la situación.  Debemos preguntarnos, si realmente queremos estar así en el día a día, de frustrarnos todo el rato por cosas sin importancia, como lo puede ser que no nos salga un problema de mates en un exámen, o no le gustemos a la persona por la que sentimos cosas que ni sabíamos que podíamos sentir...pero claro, es sólo un ejemplo. La frustración es un estado de ánimo, inconcluso, desconocido, porque siempre sabemos cuando empieza, pero nunca cuando termina. Honestamente, os habéis parado a pensar que, si no nos frustráramos tanto, viviríamos el día a día con más pausa, más concentrados en todo lo que hacemos, y en hacer las cosas bien? ¿Con éste...

  Creo que alguna vez todos hemos reaccionado bien o mal a algo que nos han dicho, o que pasa a nuestro alrededor, verdad? Las personas reaccionamos a todo lo que nos rodea, ya sea de una forma y otra, e incluso con los amigos, pareja...Reaccionar demasiado a lo que nos dicen nos puede causar ansiedad, inquietud, estrés, cosa que desemboca en desequilibrio y malestar, y no queremos eso. Pues bien, la clave es, aprender a no reaccionar, según mi criterio, se puede llegar a ello pensando en otra cosa, centrándote en algo que debes hacer más tarde, o desviando el tema del que te hablan hacia otro que nos interese más. Aprender a gesticular internamente es algo que se debe practicar, y con esto, no digo que tengamos un señor chiquitín que nos mueva por dentro y nos expresemos por fuera, pero sí, a respirar hondo, y responder indirecta y pacientemente a los estímulos que nos rodean. Una persona impaciente puede traer muchísimas malas vibras, sensaciones que no queremos, pero a...