Las partes de la ecuación no son siempre sumas y restas, divisiones o multiplicaciones, sino esos iguales y soluciones, que queremos llegar a despejar.
Estás conociendo a alguien, siempre hay cosas que te llenan de esa persona, y cosas que te dejan tal y como estás en ese momento. Ya sea porque no nos complementa, o porque te habías hecho una idea de dicha persona que termina cayendo en saco roto.
¿Sales con esa persona día no y día tampoco, hablando con ella, con el no sientes que esté llenándote en cuanto a cosas positivas…te ha sumado algo a ti, hoy? Si no te ha sumado nada, esa persona no entra en la ecuación.
¿Qué pasa cuando algo no entra en una ecuación? Se vuelve una incógnita, todos sabemos que en la vida hay unas que nunca se resuelven, pero tenemos que operar, ver que nos suma, que nos resta, que nos multiplica, y qué nos divide…
En definitiva, la forma en las que llevamos nuestras decisiones, o operaciones de vida, como queramos llamarlo, nos hace ver qué es lo que queremos para nosotros, y si no te aporta más que divisiones de tu esencia, de tu alma, pues siguiente incógnita, y a despejar.
No se si te has dado cuenta, pero todos somos incógnitas, solamente debemos conocer a ese máximo común divisor, mínimo común múltiplo, que sea común, pero que nos divida y nos multiplique a partes iguales, y al final, nos despeje de incógnitas y nos haga seguir creciendo, evolucionando, cada vez más y más hasta que un día, nos despejemos a nosotros mismos.
MikelG
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