Mente y Pluma

  Llegar al final, después de un año de subidas y bajadas, siempre es de agradecer. No sólo por todo lo bueno que nos haya sucedido, sino también por lo malo, porque en ello reside el aprendizaje y la experiencia que ganamos, para no volver a pasar por lo mismo, no volver a repetir los mismos pasos, que lleven a las mismas consecuencias, que dejemos de crearnos en nuestras mentes historias, que ni el corazón comprende, ni la razón respeta. Un par de personas quedan ya, de todas con las que comenzamos a caminar hacia el fin del camino, sólo las positivas perduran porque sabemos que nos hacen bien, de cierta manera, a esa sonrisa que se forja cuando estamos con aquellas, aquellos, que nos hacen sentir bien. El otro par de personas que te dejó en la mitad del camino, que así haya sido es cuestión de decisiones, destino, el fluir del río que hace que en algún instante la bifurcación se hiciera notar, por diferentes circunstancias del azar. No esperes nada del nuevo año, crea sonrisas, disf

A veces nos preocupamos más de otras personas, que ni siquiera se preocupan, te hablan, o tienen intención de hablar con sentido. Tenemos que pasar de éstas personas, si alguien quisiera conversar, hacer planes contigo, regalar tiempo de su vida a la tuya, compartir experiencias contigo, no tiene cabida que estés tirando del carro, porque es sabido que un barco no puede remarse sólo. Deja de comportarte como si lo de los demás importara más que lo tuyo, construye para tí y deja que los demás reaccionen, deja de reaccionar por los demás y disfruta de todos los momentos contigo. Al fin y al cabo, algunas personas aparecen para quedarse, y otras sólo son pasajeras. Aprende a soltar lo que te divide y a quedarte con lo que te suma. MikelG

  Hoy desperté, con esa canción de Coldplay que tanto me gusta, donde me siento como si volara, como si dejara de respirar y no estuviera en éste mundo, por un momento, me siento libre de pensar lo que el tiempo continuo no me deja, de sonreír hasta el cielo y vuelta, de no importarme las horas del día tarde o noche, siempre con una sonrisa, sólo, admirando el cafecito caliente y pensando, en nada, y a la vez en todo lo que me ha llevado hasta donde estoy. Definitivamente, no fue un camino de rosas, hubo cristales, pero me los quité de las plantas de los pies, y seguí caminando. Hubo rocas pesadas que llevar, pero la llevé hasta el final como se pudo, para al final encontrarme con esa ilusión, apego, compañía, conmigo mismo, mirándome del reflejo al espejo y diciendo…si has llegado hasta aquí, sigue escalando, viviendo, soñando, nunca dejes esa esencia atrás, cura heridas, planta nuevos retos, hazte florecer dentro y fuera de donde te mereces. Porque tú, o mi reflejo, te mereces todo.

  Un día abrimos los ojos, otro lo cerramos. No sabemos cuándo sucederá, pero al final. Siempre estaremos tal y como empezamos…solos. El tener que aprender a estar con uno mismo es un reto para nosotros y nosotras, porque, un día, veremos que es de noche y otro, veremos una capita de hielo a lo largo del camino que resbalará, pero con unos buenos cimientos, todos sabemos que una casa se mantiene, y perdura, para siempre jamás.  Al contrario que las personas. Un día comenzamos algo con alguien, ya sea tonteo, amistad o relación formal. Lo que no sabemos es que nada es eterno, y siempre hemos estado solos ante el peligro, aunque pensemos que esa o aquella persona estará siempre ahí porque un día hablamos horas y horas por teléfono sin parar y un día…ya nada. El vacío. Silencio, la luz que fue cuando nos sacó de la oscuridad, dicha en la que nosotros mismos nos metemos por las consecuencias de nuestras acciones, y nos damos cuenta de que la culpa de todo es de nuestra actitud ante la vida

  Viajar es la válvula de escape que necesitas cuando tu mente está tan agotada del mismo aire, que necesita renovar todo lo aprendido, asumir los errores, pensar en devolver a ese estado de “pausa” que tanto estrés y ansiedad causa el trabajo, para volver a retomar, despegar y aterrizar en un país nuevo, con experiencias por descubrir, personas que encontrar, risas que construir, pero sobre todo, lágrimas que secar. La desconexión que para mí supone tomar un avión cuanto más lejos mejor, es mi forma de resetearme a mí mismo y decir…vamos a dar pausa al mando de la vida, cambiar pilas, comprar unas nuevas y a volver a encender la televisión que es el destino. Ese canal que no podemos cambiar nunca, en lo random de la vida, porque después de las noticias, las películas que nos puedan contar, las historias que nos puedan descubrir, con sólo darle a ese botón de encendido, que pulsamos sin saber, en qué canal me tocará vivir hoy, o qué película descubriré mañana. MikelG

Grita sin voz, escucha sin sonido, tiembla sin músculos, mira, sin ser visto…siente, sin padecer, todos los sentimientos son complicados, pero más complicado es sacarlos a la luz y hacerlos entender, que sean reflejados por esa parte de tí que brilla, o que se adormece, y sólo despierta cuando la confianza resurge, de las cenizas de la esperanza, y los cimientos de la voluntad. Nunca digas nunca jamás, nunca lleves ese reloj de responsabilidades al que no quieras dar cuerda, no te pares si deseas continuar, no dejes de volar porque una pared te vaya a detener, sabes muy bien que las palabras no curan, lo hacen los hechos y los hechos los crean y los transforman, actitudes, buenas o malas, pero, finalmente son lo que nos definen como personas. Rodéate de personas que aporten, esa calma, paz mental, llenas de tu misma energía, y no te quedes atrás, de aquellas que restan, o que borran esa paz y esencia, que tú y sólo tú, puedes crear. MikelG

  En ocasiones nos sentimos solos, y nos preocupamos, por qué va a ser de nosotros ahora que nadie está ahí, apoyándonos, dándonos cariño, atención, escuchándonos lo que necesitemos… Lo que en realidad sentimos no es soledad, es necesidad de estar con alguien para sentirnos completos, pero, en mi opinión, hay pocas personas que saben cómo somos en realidad y con quien podemos ser nosotros mismos. Es justo ahí donde, empieza q difuminarse la niebla de la soledad y junto con el carruaje de nuestra confianza cabalgamos hacia el otro lado, el lado que poca gente conoce, nosotros mismos, pues no mucha gente es capaz de expresarse tal y como és…primero un servidor. Por esto, debes perder el miedo que te aferra a ese yo incompleto, y empezar a esculpir a ese niño interior, a esa sonrisa que siempre te despierta por la mañana, ese amor propio que regaste desde la infancia y aun no aflora por inseguridades o x razones que sean. Se valiente, confía en tí, y todo saldrá como quieres. Porque tú er

  Despertar despeinado, con ella al costado, o eso pensaba…se fue con lo puesto y sin avisar…en aquella suite del hotel Hilton en Nueva York. Asomado a la ventana en ese albornoz blanco, dándo vueltas al café que pedí mientras miraba aquellos rascacielos, pensando… Dónde habrá ido? Estará bien? Nunca sabemos si las personas que encontramos en la vida volverán al mismo punto que nosotros, o son una línea que acaba rompiendo el lápiz de la realidad… A veces la difumina, otros la dibuja clara y concisa, pero lo único que me relaja es, que con el pulso firme, he aprendido que nada es para siempre, ni el tiempo ni los obstáculos son para siempre, porque siempre acabamos superándolos, sintiéndonos bien con nosotros mismos, yendo hacia la luz y alejándonos de lo que no nos encamina hacia esa luz de nuestra felicidad. MikelG