La única lucha es con nuestro Yo interior, intentando coser las propias heridas que nosotros mismos creamos, intentándonos curar las heridas que nunca sanarán, hasta aprender a darnos valor a nosotros y nuestra esencia.
Felices y agradecidos, de todos los amores que nos enseñaron lecciones, de vida, de caminos diferentes, de pasión, de comprensión y de que a veces, nada es lo que parece, y lo que parece, es algo temporal que se acaba fundiendo, en la otra persona, y dándote la lección de tí mismo, que en ocasiones te preguntaste, y no supiste responder.
Hoy es un día como otro cualquiera, lleno de flores que nunca llegan y detalles que se hacen desde lo más profundo de nuestro ser. Nunca llegan? Porque finalmente, el amor es como una flor, y si no lo riegas, se marchita, al igual que las amistades y los conocidos, no se pretenderá que sigas hablando o tratando con alguien si no es por interés mútuo… y muchas personas me han demostrado que por un tiempo si, pero para toda la vida? Esas sólo se cuentan con una mano, y las que importan ? Están ahí sin decir nada, y sabes que ahí estarán cuando te falte lo que sea que te llene ese vacío que te atrapa todas las noches al llegar a la cama.
Piensa en tí, y luego en tí, y finalmente, en tí porque la única lucha que te debe importar en un momento es con tu yo interior, porque, en el exterior todo es fachada, y lo que importa a veces, es ese interior que guardamos como un tesoro de cristal por miedo a dejarlo escapar y que nos lo rompan, y por eso dejamos de ser quien somos, para hacer feliz a alguien más.
MikelG.
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