No juzgues a una persona por su portada, al fin y al cabo, nadie más que dicho individuo, es escritor y juez de las palabras de su destino.
Empiezas a conocer a una persona, te gusta su energía, sus ojos, su cuerpo, lo que sea pero te llama la atención.
Vas descubriendo con tinta invisible las flaquezas y las fortalezas de la persona, pero sin descifrar el capítulo de cada etapa de su personalidad, por ende, de su vida.
El tiempo empieza a correr y entonces la voluntad de cada uno se da a conocer…no te rindas, se tú mismo, y deja que todo fluya.
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