Cielo despejado y luna roja, declara que buenos tiempos se acercan, dislumbrando horizontes antes inalcanzables por descubrir.

 Anoche la luna estaba con nosotros, después de ese paseo tan liviano, miré al cielo y allí no había nada, solo estrellas mal formadas, y una luna roja, llena. 


Me llevé las manos a la cabeza y saqué mi cámara, esperando poder tomar la instantánea e inmortalizar ese satélite, que junto a tu hermoso rostro, da color a esa madrugada que termina en oscuridad.


Esbozamos juntos esa sonrisa que hizo que nuestras almas chocaran, que el tiempo se detuviera y como siempre, que nuestros ojos brillen, haciendo sombra a las mismísimas estrellas.








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